Ternura de un niño a manos llenas
Buenas
noches, voy a inaugurar esta columna con una anécdota de mi infancia.
Cuando tenía doce mi maestra de séptimo grado, la señorita Yolanda, nos
pidió dos libros: Dailan Kifki de María Elena Walsh y Mi planta de
naranja. Yo era una niñita aplicada y mi mamá me compró las dos novelas.
No sabía por dónde empezar a leer. Pero me llamaba mucho la atención
la tapa del libro Mi planta de naranja lims: estaban fotografiados
dos niñitos pobremente vestidos, una rubio y otro morocho. Pero más
llamaba la atención el titulo:
¿ qué era una planta de naraja lima?. Y ahí inicie mi recorrido. Fue la primera vez que lloré por algo que leí, por algo que no podía ver, llore por imaginar… y ahí descubrí que las palabras y la imaginación serian las compañeras inseparables de mi vida.
Ahora sí comienzo con la reseña del libro. Mi planta de naranja lima es de José Mauro de Vascancocelos y una de las más leídas de la nueva literatura brasileña. Encabezó la lista de best-sellers en 1968, año de su primera edición. Posteriormente, fue traducida a 32 idiomas y publicada en 19 países
Esta novela está narrada en primera persona en la voz de Zezé. Muchos consideran que esta novela narra la sufrida vida del autor y, por eso, tiene elementos autobiográficos.
Este narrador, desde su perspectiva de adulto, relata los duros momentos de su infancia marcados por la pobreza, el hambre y la violencia.
El pequeño personaje, ante el deseo de ser amado, encuentra en un pequeño árbol de naranjo a un amigo imaginario, que bautiza como "Minguito" o "Xururuca". Con él comparte sus experiencias. En su imaginación, Xurururca es un ser fantástico que puede imitar a varios personajes de cine, hablar, correr e incluso transformarse en pony y cabalgar.
El narrador cuenta momentos de inmensa ternura con su hermano, a quien llama el rey Luis, o con su maestra, Cecilia Paim; pero también de profunda tristeza como la nochebuena. Zeze sufre mucho en un hogar marcado por la falta de dinero.
Pero en medio de esa familia, aparece un amigo para Zezé. Manuel Valadares. Este hombre se convertirá en su mejor amigo. Zezé ya no sufrirá y descubrirá toda la ternura del corazón.
Esta novela hace una pintura muy realista de un sector empobrecido de la sociedad brasileña, de una familia marcada por algunas escenas de violencia, pero también es un canto a la amistad. Espero que la disfruten.
Si luego de leerla, quieren conocer cómo continúa la vida de Zezé busquen Vamos a calentar el sol.
Vesta Rivas
Buenas
noches, voy a inaugurar esta columna con una anécdota de mi infancia.
Cuando tenía doce mi maestra de séptimo grado, la señorita Yolanda, nos
pidió dos libros: Dailan Kifki de María Elena Walsh y Mi planta de
naranja. Yo era una niñita aplicada y mi mamá me compró las dos novelas.
No sabía por dónde empezar a leer. Pero me llamaba mucho la atención
la tapa del libro Mi planta de naranja lims: estaban fotografiados
dos niñitos pobremente vestidos, una rubio y otro morocho. Pero más
llamaba la atención el titulo: ¿ qué era una planta de naraja lima?. Y ahí inicie mi recorrido. Fue la primera vez que lloré por algo que leí, por algo que no podía ver, llore por imaginar… y ahí descubrí que las palabras y la imaginación serian las compañeras inseparables de mi vida.
Ahora sí comienzo con la reseña del libro. Mi planta de naranja lima es de José Mauro de Vascancocelos y una de las más leídas de la nueva literatura brasileña. Encabezó la lista de best-sellers en 1968, año de su primera edición. Posteriormente, fue traducida a 32 idiomas y publicada en 19 países
Esta novela está narrada en primera persona en la voz de Zezé. Muchos consideran que esta novela narra la sufrida vida del autor y, por eso, tiene elementos autobiográficos.
Este narrador, desde su perspectiva de adulto, relata los duros momentos de su infancia marcados por la pobreza, el hambre y la violencia.
El pequeño personaje, ante el deseo de ser amado, encuentra en un pequeño árbol de naranjo a un amigo imaginario, que bautiza como "Minguito" o "Xururuca". Con él comparte sus experiencias. En su imaginación, Xurururca es un ser fantástico que puede imitar a varios personajes de cine, hablar, correr e incluso transformarse en pony y cabalgar.
El narrador cuenta momentos de inmensa ternura con su hermano, a quien llama el rey Luis, o con su maestra, Cecilia Paim; pero también de profunda tristeza como la nochebuena. Zeze sufre mucho en un hogar marcado por la falta de dinero.
Pero en medio de esa familia, aparece un amigo para Zezé. Manuel Valadares. Este hombre se convertirá en su mejor amigo. Zezé ya no sufrirá y descubrirá toda la ternura del corazón.
Esta novela hace una pintura muy realista de un sector empobrecido de la sociedad brasileña, de una familia marcada por algunas escenas de violencia, pero también es un canto a la amistad. Espero que la disfruten.
Si luego de leerla, quieren conocer cómo continúa la vida de Zezé busquen Vamos a calentar el sol.
Vesta Rivas
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