martes, 2 de abril de 2013

Reseña: Antonio Y Cleopatra

En el programa anterior estuvimos comentando la obra protagonizada por Cristina Peréz y Diego Ramos, si es que no tuviste la oportunidad de escucharnos acá te dejamos la reseña escrita de la misma. Es una obra muy recomendable y sobre todo GRATUITA! no dejés de aprovechar la oportunidad de verla. Para más información pueden visitar el Facebook de la obra:
 

https://www.facebook.com/AntonioyCleopatra?fref=ts

 

 


Muchas veces, cuando les pregunto a mis alumnos si van al teatro, se miran entre sí y me dicen que no. En cambio, sí van al cine. Desde mi práctica como docente, me pregunto qué sucede para que consuman el séptimo arte y no se acerquen al mundo del teatro. Quizás, una de las razones se deba a la falsa creencia del alto precio de las entradas al teatro. Pero esto es totalmente ilusorio. Basta observar las carteleras para comprobar que en muchos teatros el precio es casi el mismo que el de una entrada al cine. 
Pero hay otra razón más profunda: el teatro no es muy popular. Cuando indago entre mis alumnos las razones por las cuales no van al teatro, me responden “no sé, no es para mí”, “nunca fui. No lo conozco”, “debe ser aburrido”, entre otras tantas respuestas. 
Este es un fenómeno que ha sido estudiado por muchos críticos, sin embargo, en Buenos Aires hay una vasta oferta teatral y un semillero de actores que concurren a escuelas o talleres de actuación. 
A este punto quería llegar, para analizar la convocatoria que genera la obra de teatro Antonio y Cleopatra de William Shakespeare, dirigida por Patricio Orozco y protagonizada por Diego Ramos y Cristian Perez. 
En primer lugar, el llamado teatro isabelino, era un teatro popular, para todas las clases sociales. La planta escénica estaba pensada para generar interacción entre los espectadores y los actores. Esta puesta de Patricio Orozco ha sido pensada para reproducir ese teatro isabelino, porque la obra se desarrolla en un teatro, construido especialmente, con una estructura en base a tubos metálicos que sigue un diseño circular para contener, además del escenario, un patio (arena o campo) descubierto donde transcurren algunas escenas y los espectadores, de pie, pueden trasladarse libremente para observarlas de cerca; también hay galerías altas y bajas con gradas que sirven de asientos a los espectadores en esa ubicación.
Los espectadores pueden verse sorprendidos, gratamente, por Marco Antonio ( Diego Ramos) quien les habla al oído, o recibir unas gotas de agua, cuando se desarrolla la guerra en medio del mar. Además son permanentes los guiños y la complicidad que se generan entre los espectadores con los actores. 
El publico está compuesto por personas de diversas edades, hasta pequeñas de entre diez y catorce años disfrutan de la obra. Esto es digno de destacarse. Quizás, niñas de esta edad no se acercarían al teatro, sin embargo, en esta puesta se sienten convocadas y se las ve disfrutar. Creo que esto es invalorable, porque se trata de adolescentes que están presenciando una obra de teatro que, de otra forma, no tendrían forma de hacerlo. 
Este disfrute se hace extensivo al resto del público. 
No me voy a referir a las actuaciones o la adaptación realizada por Patricio Orozco, pero es valido un gran aplauso, si logran llegar a tanta diversidad de gente, si logran que estas personas sientan placer al presenciar la obra, vibren y hagan catarsis 
Quizás, esta puesta sea la puerta de entrada para que muchas personas ingresen a un mundo maravilloso llamado… teatro.

Escrito por Vesta Rivas

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